En primer lugar seleccionamos frutas de nuestro huerto escolar y alguna fruta más que compramos.
Repartimos unas pequeñas tablas y unos cuchillos no afilados para cada alumno/a.
Los maestros/as íbamos pelando las frutas y el alumnado se encargaba de ir desmenuzándolas en trocitos pequeños para añadir al recipiente.
Para crear el jugo de la macedonia usamos el zumo de varias naranjas.
Finalmente se metió en la nevera y ya está "listo para comer".
Os aseguro que de esta forma se consiguió que el alumnado que no comía fruta disfrutara con ese postre.
Aquí unas fotos del proceso:
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