Una vez que ya hemos plantado, la cosa no termina ahí. Ahora nos tocan las labores de mantenimiento del huerto, que no os podéis ni imaginar el trabajo y dedicación que exigen.
Básicamente lo primero que hicimos fue apuntar lo que plantamos y regar, para lo cual tenemos estipulado un calendario, ya que no se debe regar "a lo loco", o por el contrario, si llueve no regamos.
Después continuamos arrancando las raíces de las ortigas, las cuales dejamos secar para luego recogerlas con los cubos. También arrancamos las malas hierbas que van saliendo en la zona cultivada.
Además de lo anterior también podamos los árboles del patio para que no molestaran con las hojas y con sus ramas (esto lo hice únicamente yo). Aquí unas fotos en acción:
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